Últimas palabras es sin dudas el libro más íntimo de William S.
Burroughs, uno de los malditos tutelares de la literatura contemporánea.
Se trata del diario que el autor llevó durante los últimos nueve meses
de su vida, y abarca todos los ámbitos de su interés: la crítica
cultural, la literatura, las drogas, la ecología, sus diatribas
políticas, sus amigos ignotos y famosos, los miedos y miserias de la
vejez, los vaivenes de la creación literaria y su irrefrenable pasión
por los gatos.
Trata también sobre la muerte -en su caso inminente-, y en esa vena
reflexiona sobre el fallecimiento de dos de sus grandes amigos -Allen
Ginsberg y Timothy Leary- para hacer luego un recuento de su existencia
y de sus propios arrepentimientos.
En suma, esta suerte de testamento constituye un retrato conmovedor y
crepuscular del mayor autor de la Beat Generation, polémico como nadie,
provocador como pocos, que ni la sombra del final fue capaz de
amedrentar.