Aquella noche Nicolás jugaba con sus manos haciendo forma de pistolas:
Pum Pum he matado a la luna. Dijo mientras la apuntaba.
No podían creer lo que ocurrió de repente. La luna aterrizó en el jardín
de la familia.
No estaba herida, pero se había caído por el tremendo susto.
Pero ahora, cómo podría la familia ayudarla a subir al cielo?