En este libro conmovedor basado en las experiencias propias de la
autora, una niña reflexiona sobre las emociones y los desafíos que
enfrenta en torno al encarcelamiento de su hermano.
Con su hermano mayor en prisión, una niña aprende a procesar las
emociones confusas que crea su ausencia. A veces recuerda la forma en
que su hermano la cargaba sobre sus hombros o como inventaba historias
para contarle a la hora de acostarse. Otras veces se siente enojada y
quiere volar lejos para olvidar lo sucedido.
Así que está emocionada y además nerviosa cuando su mamá y su papá la
llevan a visitarlo. Pero los nervios se transforman en alegría cuando lo
ve: todo es diferente, pero todo sigue igual. Su hermano no está en
casa, pero su amor no ha cambiado.
Con un lenguaje sóbrio, suave y reconfortante, este libro ilustrado
ayudará a los lectores jóvenes con historias similares a sentirse menos
solos y les dará a otros lectores una ventana a las luchas que enfrentan
algunos niños.