**PROUST INÉDITO
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Entra en el corazón de Proust. Un fabuloso acontecimiento editorial:
el manuscrito autobiográfico, inédito y legendario, que dio origen a En
busca ***del tiempo perdido
**CENTENARIO DE MARCEL PROUST
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«Por fin: aquí están los prolegómenos de la gran obra, la aurora boreal
del ciclo, el lienzo secreto del fresco, el solar en el que se construyó
la catedral de siete pilares, el prefacio del propio Marcel, la búsqueda
de En busca del tiempo perdido. [...] Proust ha vuelto, único y
visionario como siempre» - Jérôme Garon, (L'Obs)
Así han saludado unánimemente los expertos y la crítica francesa el
hallazgo de este tesoro literario: un manuscrito mítico, de cuya
existencia se tenía noticia y que ve la luz tras el fallecimiento de su
propietario, Bernard de Fallois.
Escritos entre 1907 y 1908, en estos episodios emblemáticos y
fundacionales de su obra maestra se penetra por arte de magia en la
memoria proustiana como si se tratara de una primigenia autobiografía en
la que los personajes y los lugares surgen en toda su desnudez y
conservando sus nombres auténticos #la abuela Adèle, la madre Jeanne y
un protagonista, el joven Marcel.
Estremecedoramente «humano, amoroso, atento con su familia, fiel y
generoso» -Antoine Compagnon, (Le Figaro Littéraire).
**ENGLISH DESCRIPTION
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**PROUST UNPUBLISHED
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Enter Proust's heart. A fabulous editorial event: the autobiographical
manuscript, unpublished and legendary, that spawned In Search of Lost
Time
MARCEL PROUST'S CENTENNIAL
"At last, here are the prolegomena of the masterpiece, the aurora
borealis of the cycle, the secret canvas of the fresco, the site where
the seven-pillar cathedral was built, Marcel's very own preface, the
search of In Search of Lost Time. [...] Proust is back, as unique
and visionary as ever." -Jérôme Garon, L'Obs
Experts and French critics have unanimously greeted the finding of the
literary treasure: a mythical manuscript, whose existence we knew about,
that sees the light after the death of its owner, Bernard de Fallois.
Written between 1907 and 1908, in these emblematic and foundational
episodes of his masterpiece we magically penetrate the Proustian memory
as if it were a primeval autobiography where characters and places come
alive in all their bareness, keeping their authentic names--grandmother
Adèle, mother Jeanne, and a protagonist, young Marcel.
Shockingly "human, loving, attentive to his family, loyal, and
generous." -Antoine Compagnon, Le Figaro Littéraire