Oral hygiene is something that has to be taught from an early age, but
it is not always easy. Trino Rojo watches her human friend brush her
teeth every day and he wants to do it too, but he has a problem: he is a
bird!
Every morning mom yells at Julie: Julie, brush your teeth, or you'll
need a filling! Well, I'm a little bird who looks after his health, and
all this business about getting a filling must be horrible, because she
talks about it every day. There's no way I'm going to have one of those
things in my teeth. Trino Rojo can be many things, but irresponsible is
not one of them! But how do birds brush their teeth? Excited, he
searches for information on the Internet and consults all the
encyclopedias at home, but he does not find any answer. He discovers
that other animals brush their teeth gnawing on wood or chewing on some
seaweed, so he decides to give it a try. Result: a failure. Will Trino
Rojo find a solution for him?
La higiene bucal debe enseñarse desde una edad temprana, pero no
siempre es fácil. Trino Rojo observa a su dueña lavarse los dientes
todos los días y él también quiere hacerlo, pero tiene un gran problema:
¡es un pájaro!
Cada mañana mamá le grita a Julia: «¡Julia, lávate los dientes, que si
no te van a salir caries!». Yo, que soy un pájaro que cuida de su salud,
me digo que esas caries deben de ser horribles, pues todos los días
insiste mucho en el tema. Lo tengo claro: yo no quiero tener una de esas
caries en mis dientes. ¡Trino Rojo será muchas cosas, pero irresponsable
no es una de ellas! ¿Pero cómo se lavan los dientes los pájaros?
Entusiasmado, busca información por Internet y consulta todas las
enciclopedias que hay en casa, pero no encuentra ninguna respuesta.
Descubre que otros animales se lavan los dientes royendo madera o
masticando algunas algas así que decide intentarlo. Resultado: un
fracaso. ¿Encontrará Trino Rojo una solución para él?
Las cautivadoras ilustraciones de Sonja Wimmer y el humor que envuelve
la historia de Marta Zafrilla van a ayudar a acercar a los niños al
cepillo de dientes. ¡Y a la sonrisa