América Latina, los Estados Unidos, la religión y la política son
ingredientes de un brebaje de cierto poder explosivo. Los cuatro
términos denotan factores de una compleja y, en su mayor parte, violenta
relación de entrelazamiento. Históricamente, esta relación ha sido
moldeada en primer lugar por la misión protestante en América Latina y
sus objetivos panamericanos. Pero la misión fue ayer. La otrora
religiosidad estadounidense de los misioneros ha tomado formas
diferentes y más carismáticas bajo las conflictivas condiciones de vida
de América Latina y hoy en día está moldeada sobre todo por los
antagonismos de clase del subcontinente. Pero eso no significa que
algunas organizaciones evangelicales no sigan representando intereses
políticos del vecino del Norte, o que, viceversa, la religiosidad
política del Sur no contribuya a las luchas ideológicas en los Estados
Unidos, ya sea a través de la Teología de la Liberación en los años
ochenta o, hoy en día, a través de la solidaridad con los migrantes
latinoamericanos. El presente libro pretende ayudar a visibilizar la
lógica de estos entrelazamientos interamericanos y así desentrañarlos un
poco. La trama genera su tensión narrativa por estar enmarcada entre la
gran conferencia panamericanista de las misiones estadounidenses en
Panamá en 1916 y una conferencia de pentecostales latinoamericanos en
2016 con el fin de hacer un examen crítico del proyecto anterior, el
autor traza la historia de este entrelazamiento religioso-político entre
las Américas. Para ello, el autor retoma acontecimientos, conflictos y
desarrollos ejemplares: desde el surgimiento del protestantismo de
liberación en Brasil, la instrumentalización de la religión en las
guerras centroamericanas y el conflicto ideológico en los EE.UU., hasta
la vida religiosa cotidiana en los Borderlands así como la migración a
los EE.UU. bajo el Trump. En sus comentarios, el autor, en dado caso, no
rehúye una porción apropiada de polémica. El libro muestra que los e