Una novela inolvidable ambientada en el Berlín de la primavera de
1939, la Cuba pre- y postrevolucionaria y el Nueva York después del 11
de septiembre.
Antes de que todo se desmoronara, Hannah Rosenthal y sus padres tenían
una vida encantadora. Su familia, una de las más distinguidas en los
altos círculos sociales berlineses, era admirada por amigos y vecinos.
Ahora en 1939, Berlín se ha teñido de los colores blanco, rojo y negro
de una bandera que no reconocen como suya. Hannah se refugia con su
mejor amigo, Leo Martin, en los callejones y parques de una ciudad que
ya no los quiere. Los dos niños hacen un pacto: pase lo que pase, se
prometen un futuro juntos.
Un rayo de esperanza les llega a los Rosenthal y los Martin: el Saint
Louis, un enorme y lujoso trasatlántico partirá de Hamburgo a Cuba con
más de novecientos refugiados judíos. En la medida que todos los
pasajeros se van llenando de ilusión por el brillante futuro que les
espera, el amor de Hannah y Leo florece entre juegos, bailes de
disfraces y cenas exquisitas. Hasta que empiezan a llegar noticias
funestas desde La Habana cuyo gobierno prohíbe al barco atracar en el
puerto. El majestuoso navío, que parecía la única salvación para ellos,
podría terminar convirtiéndose en su pena de muerte.
Siete décadas más tarde, en Nueva York, a punto de cumplir sus doce
años, Anna Rosen recibe, procedente de Cuba, un misterioso sobre de
Hannah, su tía abuela, a quien nunca conoció. En un intento por armar el
rompecabezas del pasado de su familia, Anna y su madre deciden viajar a
encontrarse con Hannah. Al entrelazar el dolor del pasado con los
misterios del presente, revive la memoria de un apellido olvidado y, a
su vez, les rinde honor a aquellos que amó y que trágicamente perdió.