Willa Parker, la habitante 646 y la menos popular de What Cheer, Iowa,
se dirige a la Costa Este a empezar una nueva vida. ¿Ha elegido ella esa
nueva vida? No, porque eso sería demasiado sencillo, y nada en la vida
de Willa es sencillo. A su famosa y aclamada madre se le ha ocurrido la
idea de enviarla al carísimo y exclusivo colegio Pembroke, donde entra
solo gracias a la importancia de su apellido. Pero ella no tiene
intención de encajar en Pembroke. Decide que no piensa quedarse mucho.
Ni en el colegio ni en el planeta. Pero cuando conoce a la peculiar y
deslumbrante Remy Taft, la chica más rica y misteriosa del centro,
empieza a vislumbrar un lugar en este mundo extraño, un hueco en el que
tal vez pueda encajar. Cuando Willa mira a Remy, ve a una chica que lo
tiene todo. Pero, para esta, tenerlo todo conlleva un precio. Y, a
medida que va perdiendo el control, siente que Remy se le escapa. En el
fondo de su alma, Willa siempre ha querido pertenecer a algún lugar.
Pero si la chica que le mostró este nuevo mundo, está alejándose de la
realidad, ¿estará ella destinada a seguirla en su espiral
autodestructiva? La sincera e incandescente novela de Andrea Portes
indaga en el significado de la amistad, de los nuevos comienzos, de la
alegría frágil y del horrible dolor de encontrar el hogar en un lugar, o
en una persona, que tiene alas para salir volando. -«Espero sinceramente
que no te comportes mal mientras estés con nosotros, Willa. Yo asiento
con la cabeza para tranquilizarla. -Por supuesto que no. Jamás haría
algo así. Y es verdad. En ese momento lo digo en serio. Totalmente en
serio. Ahora me dan ganas de reírme al recordarlo. Al recordar aquel
momento. Me reiría sin parar. Si tuviera gracia. Pero resulta que no la
tuvo. Ya sabéis, por todo lo que ocurrió después».