No es necesario preguntarse sobre la utilidad de la tecnología en la
escuela, tal como no se nos ocurriría cuestionar la de los libros o las
pizarras. Como instrumentos de información y comunicación, el ordenador,
Internet, las enciclopedias interactivas digitales o la televisión son
tan buenos o malos auxiliares del proceso enseñanza-aprendizaje como los
tradicionales. Lo esencial es saber cómo se los usa, quién los usa y
con qué fines. Tampoco cabe duda acerca de si debe incluirse o no en
el equipo de recursos pedagógicos, pues ya forma parte del mismo desde
que forma parte de la vida de las personas.
Este libro expone una nueva manera de pensar sobre la informática
vinculada a la educación, a la cual ni salvará ni destruirá por sí
misma, aunque contiene tantas promesascomo riesgos, tantas ventajas
como limitaciones. Los autores exploran aquí una serie de controversias
actuales en torno del tema (la accesibilidad, la credibilidad, el
hipertexto, la lectura crítica de la Web, la censura, la
confidencialidad, la comercialización y la comunidad informática) con el
propósito de encauzar la reflexión crítica hacia las premisas y
consecuencias de determinadas prácticas en los establecimientos
educativos de todos los niveles.