La vuelta a España en 50 bocatas.
A menudo denostado en la alta cocina, el bocadillo se está reivindicando
con más fuerza que nunca. Recuperado el respeto que se le había perdido,
ya no es patrimonio exclusivo de bares y cafeterías, sino que se
encuentra en formato gourmet en infinidad de bocadillerías de nuevo cuño
y en las cartas de algunos de los mejores restaurantes del momento.
Porque, en definitiva, entre dos panes solo hay un universo infinito de
posibilidades.
Esa es su magia, el triunfo de una idea genial que nos sobrevivirá a
todos e incluso maravillará a las civilizaciones alienígenas que, dentro
de varios milenios, visiten las ruinas de nuestro mundo y encuentren
restos de un bocata de calamares. «Pues no eran tan tontos, los malditos
humanos».
España es un país de bocadillo, no de pandereta.
ENGLISH DESCRIPTION
A tour of Spain in 50 sandwiches.
Often reviled in haute cuisine, sandwiches are being vindicated more
than ever. Regaining the respect once lost, they are no longer the
exclusive property of bars and cafes. On the contrary, they can be
found, in gourmet format, in countless newly minted sandwich shops as
much as on the menus of some of the currently best-rated restaurants. An
infinite universe of possibilities fits perfectly well between two
loaves of bread.
That is the magic of the bocata, the triumph of a brilliant idea that,
outliving us all, will amaze the alien civilizations that, several
millennia after we are gone, will visit the ruins of our world and find
the remains of a squid sandwich. «Well, they weren't that stupid, bloody
humans.»
Spain is a country of bocatas. Take it seriously.